Apego, Ego y desapego.

Debemos dejar claro que el tipo de apego del que vamos a hablar aquí no es el apego seguro que se estudia desde la psicología como el vínculo afectivo que una persona establece con algunos individuos del sistema familiar (padres principalmente) desde muy temprana edad. Del tipo de apego que vamos a hablar en este artículo, es del vínculo obsesivo que nos “engancha” a ciertas situaciones, objetos o personas, porque no concebimos nuestra existencia sin esa persona, ese trabajo, esa casa… este es, el apego entendido con adicción, enganche o dependencia.

Hablamos de apego hacia algo/alguien cuando permitimos que eso a lo que estamos apegados, nos defina. No tenemos clara nuestra propia identidad, por lo que la definimos a través de la persona con la que estamos (sin él/ella no soy nadie) o de los logros externos (trabajo, casa, coche…).

Hay diversos tipos de apegos y todos ellos, traen un resultado igual de doloroso para el individuo que lo experimenta (apego a la pareja, a la familia, a un puesto de trabajo, a la consecución de bienes materiales…) y ese resultado es: la pérdida de su propia identidad.

El apego está basado en miedo e inseguridad y la necesidad de obtener esa seguridad a través de algo externo, radica en no conocerse a uno mismo, no tener clara la propia identidad. Esta falta de conciencia de quien soy, hace que me identifique con símbolos (casas, coches, ropa…) y los símbolos son transitorios. Vienen y van. Lo que permanece y es estable, es quien yo soy. La conciencia de mí mismo.

Como veremos a continuación, no se trata de renunciar a esos objetos o símbolos, sino de aprender a disfrutarlos desde el desapego, porque de lo contrario, estos símbolos generarán en ti ansiedad y te harán sentir hueco y vacío por dentro, ya que nada externo puede brindarte la satisfacción que te da tener conciencia de quien eres y vivir en coherencia con ello.

El camino del autodescubrimiento y de la autoconciencia, implica desapegarse de todo aquello que creías ser y eso que creías ser, es a lo que llamamos EGO. El ego es el “personaje” que construiste cuando eras un niño para evitar el miedo (miedo a no tener amigos, miedo a no ser querido, miedo a no sentirme aceptado…) desde esta base, nace un “actor” que se disfraza de eso que consideramos que debemos ser, para ser aceptados (exitoso, reconocido, premiado, físicamente perfecto…). El ego está basado en el miedo al rechazo. El autoconocimiento es el amor hacia quien soy, aceptando cada parte de mí, luces y sombras. La conciencia se basa en la aceptación. El ego se basa en el miedo y por ese miedo, me disfrazo de alguien que no soy.