Posturas de yoga para cervicales
Si estás experimentando tensión o dolor en el cuello y la zona de las cervicales, el yoga puede ser una solución efectiva. Muchas veces, nuestras rutinas diarias implican largas horas frente al ordenador o actividades que sobrecargan esta área tan delicada de nuestro cuerpo. Permíteme compartir contigo algunas asanas que, practicadas regularmente, pueden ayudarte a mejorar la flexibilidad y reducir el malestar.
Asana de la Montaña con Variación de Cuello
Comenzar con la Tadasana o postura de la montaña es ideal para centrarnos y prepararnos. Mantén los pies firmes en el suelo, alinea tu columna y, suavemente, lleva la barbilla hacia el pecho, notando el estiramiento en la parte posterior de tu nuca. Mantén algunos segundos, luego inclina la cabeza hacia atrás y luego hacia los lados suavemente.
El Guerrero Revertido para la Movilidad
Con la postura del Virabhadrasana, no solo trabajas las piernas y brazos sino que al levantar uno y llevar la otra mano hacia la pierna trasera, extiendes la región del cuello y hombros, aliviando la rigidez. Siente cada respiración mientras abres más el pecho.
La Paloma Mirando hacia Arriba
La flexibilidad cervical también se favorece con la postura de Kapotasana. Desde una posición sobre las rodillas, extiende tus brazos hacia atrás hasta llegar al suelo o a tus talones, eleva el pecho y lleva tu cabeza hacia atrás. Esta asana es poderosa para crear expansión en la zona torácica y cervical.
Torsión Espinal Sentada
Para ayudar a liberar la tensión de toda la columna y especialmente la zona del cuello, las torsiones son fundamentales. Sentado y con las piernas cruzadas, coloca una mano en la rodilla opuesta y la otra detrás de ti. Gira suavemente desde la parte baja de tu espalda hacia arriba, culminando con la cabeza si es posible.
Flexión hacia Delante desde la Posición Sentado
Finaliza tu práctica con Paschimottanasana, que además de ser maravillosa para el estiramiento de toda la cadena posterior, permite que al soltar tu cabeza hacia las piernas, el cuello se relaje por completo. Recuerda mantener la espalda lo más recta posible y no fuerces la postura.
Recuerda que la constancia es la clave para que sientas una mejora en tu flexibilidad cervical y un alivio significativo del dolor. No olvides consultar con un especialista antes de iniciar cualquier práctica de yoga, especialmente si tienes una condición preexistente.
Te animo a incorporar estas asanas en tu práctica diaria de yoga y a compartir tus experiencias.
¿Tienes alguna duda o te gustaría profundizar más en el conocimiento de estas posturas? Te invito a contactarme y a seguir explorando otros artículos dedicados al bienestar integral. Juntos, podemos cultivar un estilo de vida saludable y en plenitud.